Nació en Barcelona en 1983 y se
interesó por la fotografía documental a la edad de 14 años cuando viajó
a Sarajevo en un programa de intercambio de estudiantes de arte.
Con 16 años empezó a trabajar como fotógrafo freelance para diferentes periódicos en Barcelona.
Su historia internacional fue sobre la respuesta del movimiento contra la globalización y las manifestaciones durante la cumbre del G8 de 2001 en Génova. Cuando todavía era estudiante en el Institut d'Estudis Fotogràfics de Catalunya, que viajó a Palestina en dos ocasiones entre 2001 y 2004, para fotografiar a los palestinos Intifada.
En el 2003 empezó a trabajar para El País, manteniendo paralelamente su agenda personal, desarrollando así un trabajo documental alrededor de los movimientos sociales en Barcelona.
Desde 2006 ha viajado varias veces al Líbano para cubrir temas tales como la Guerra entre Israel y Hezbollah o el conflicto entre la milicia de Fatah Al-Islam y el ejército libanés. Estas imágenes marcan el inició de su trabajo con la agencia Sipa Press como fotógrafo distribuido.
Durante el 2008 ha cubierto la independencia de Kosovo y ha comenzado a desarrollar un trabajo sobre el PKK en el Norte de Irak y la minoría Uygur de Kashgar, en a región autónoma de Xinjiang, en el Noroeste de China.
En 2009 estuvo trabajando en la República Democrática del Congo, fotografiando las minas de oro y otros minerales y la violencia sexual en el este del país donde la guerra civil y la pobreza se cobra diariamente centenares de víctimas.
El jurado del certamen World Press Photo 2011 le concedió un tercer premio en la categoría de retratos. La imagen de un hierático hombre de la tribu dinka, en el sur del Sudán, ha reportado a este joven fotógrafo catalán afincado actualmente en Bangkok un nuevo impulso en su carrera como fotoperiodista, centrada sobre todo en documentar la situación de los pueblos sin Estado propio.
2011, Portraits, 3rd prize singles, Guillem Valle
Un hombre dinka posa delante de su casa
en Akkach (Sudán del Sur)
Los dinkas, etnia mayoritaria en Sudán
del Sur, son nómadas agrícolas y ganaderos que se desplazan según las
estaciones del año. Al comienzo de la estación de lluvias, en mayo o
junio, se dirigen a asentamientos de chozas de barro y paja que
construyen por encima del nivel del agua, donde siembran sus cosechas.
Durante los meses secos, que comienzan en diciembre, se marchan en
busca de mejores lugares de pastoreo en las tierras bajas y viven en
refugios de forma casi permanente. Entre 1983 y 2005, los habitantes de
Sudán del Sur se enzarzaron en una encarnizada guerra civil contra el
gobierno del norte de mayoría musulmana, que costó la vida a un millón
y medio de personas. En enero de 2011 se celebró, como parte de los
acuerdos de paz, un referéndum entre los sudaneses del sur, que culminó
con el voto casi unánime a favor de la independencia.
La ONG Intermón Oxfam quería que documentase las labores humanitarias que llevan a cabo en la zona desde hace algún tiempo, con el objetivo de que tuvieran repercusión en los medios. Este retrato apareció publicado junto a otras dos fotografías en el [suplemento] Cuaderno del Domingo de El Periódico de Catalunya.
Warrap es un Estado del sur del Sudán de difícil acceso al que se llega después de un vuelo en avioneta y varias horas por carretera en todoterreno. Estuvo estado visitando los proyectos de la ONG en la zona, tales como la instalación de pozos de agua potable, la educación sobre salud o el reparto de semillas para promover el cultivo, y ese día conoció al hombre que aparece en este retrato.
Se trata de un retrato individual de un miembro de la tribu dinka, una de las mayoritarias en el sur del país. Explicó el problema que la sequía representa para su comunidad. Centró parte de su charla en las expectativas que tenía puestas en el referéndum que próximamente se debía celebrar, y que decidiría si el sur del país se separaría del norte o si las cosas seguirían como hasta entonces. Él era partidario de la independencia; tenía la esperanza de que la gente optara por el sí, ya que pensaba que ésta era la vía idónea para acabar con el conflicto bélico del Sudán, uno de los más sangrientos del continente.
Representa un rol público, muy formal y normalizado, adopta un gesto muy seco, sin expresión, sin emoción, podemos ver en su cara, la dureza de sus facciones, en su mirada. El retrato evoca las duras condiciones de vida de estas personas.
Es un retrato sencillo. Es él solo frente a una casa típica. La importancia la tiene su falta de expresión, su mirada y sus facciones. Es una representación fiel del modelo, para nada idealizado, potencia la fuerza y seriedad del modelo. Mantiene un pose firme, con una mano derecha sujeta un bastón, pero no para apoyarse, la mano izquierda, suelta, pegada al cuerpo.
Es un retrato integrado, puesto que se desarrolla en su poblado, junto a una casa típica, nos informa del lugar y la situación en que vive. Lleva una camisa para la ocasión, como recién planchada (se ven las marcas del plegado en hombros y brazo derecho) .
Con una actitud atenta. Es un retrato con mirada directa a cámara, con una postura frontal perdiendo dinamismo pero con esta postura se comunica con el observador que mira la fotografía.
Fotografía en blanco y negro dando frialdad a modo de mando, el desenfoque tan marcado ayuda a potenciar sobre todo su expresión seria y su mirada. El color o la presencia de demasiados elementos podrían distraer la atención. El plano medio aporta información y carácter, la camisa, la posición de su mano derecha sujetando el bastón. La iluminación dura y cenital ayuda a marcar más aún, si es que es posible, los rasgos y facciones de la cara.
Un detalle particular de esta foto es que fue publicada en color, a pesar de que a Guillem Valle la presentó en blanco y negro.
La ONG Intermón Oxfam quería que documentase las labores humanitarias que llevan a cabo en la zona desde hace algún tiempo, con el objetivo de que tuvieran repercusión en los medios. Este retrato apareció publicado junto a otras dos fotografías en el [suplemento] Cuaderno del Domingo de El Periódico de Catalunya.
Warrap es un Estado del sur del Sudán de difícil acceso al que se llega después de un vuelo en avioneta y varias horas por carretera en todoterreno. Estuvo estado visitando los proyectos de la ONG en la zona, tales como la instalación de pozos de agua potable, la educación sobre salud o el reparto de semillas para promover el cultivo, y ese día conoció al hombre que aparece en este retrato.
Se trata de un retrato individual de un miembro de la tribu dinka, una de las mayoritarias en el sur del país. Explicó el problema que la sequía representa para su comunidad. Centró parte de su charla en las expectativas que tenía puestas en el referéndum que próximamente se debía celebrar, y que decidiría si el sur del país se separaría del norte o si las cosas seguirían como hasta entonces. Él era partidario de la independencia; tenía la esperanza de que la gente optara por el sí, ya que pensaba que ésta era la vía idónea para acabar con el conflicto bélico del Sudán, uno de los más sangrientos del continente.
Representa un rol público, muy formal y normalizado, adopta un gesto muy seco, sin expresión, sin emoción, podemos ver en su cara, la dureza de sus facciones, en su mirada. El retrato evoca las duras condiciones de vida de estas personas.
Es un retrato sencillo. Es él solo frente a una casa típica. La importancia la tiene su falta de expresión, su mirada y sus facciones. Es una representación fiel del modelo, para nada idealizado, potencia la fuerza y seriedad del modelo. Mantiene un pose firme, con una mano derecha sujeta un bastón, pero no para apoyarse, la mano izquierda, suelta, pegada al cuerpo.
Es un retrato integrado, puesto que se desarrolla en su poblado, junto a una casa típica, nos informa del lugar y la situación en que vive. Lleva una camisa para la ocasión, como recién planchada (se ven las marcas del plegado en hombros y brazo derecho) .
Con una actitud atenta. Es un retrato con mirada directa a cámara, con una postura frontal perdiendo dinamismo pero con esta postura se comunica con el observador que mira la fotografía.
Fotografía en blanco y negro dando frialdad a modo de mando, el desenfoque tan marcado ayuda a potenciar sobre todo su expresión seria y su mirada. El color o la presencia de demasiados elementos podrían distraer la atención. El plano medio aporta información y carácter, la camisa, la posición de su mano derecha sujetando el bastón. La iluminación dura y cenital ayuda a marcar más aún, si es que es posible, los rasgos y facciones de la cara.
Un detalle particular de esta foto es que fue publicada en color, a pesar de que a Guillem Valle la presentó en blanco y negro.
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